la Torta de Novia de Graciela
El 11 de septiembre de 2001, hacia las 9.30 a.m., mi mamá Graciela Ospina de Moya, sostenía un gran platón en su regazo, preparando la torta de la celebración de su octogésimo cumpleaños, cuando mis hermanos, con voz angustiada, nos advertían de lo que se convertiría en un fatídico día para el mundo occidental, el desplome de las Torres Gemelas.